La persecución de las sociedades inactivas bajo sanciones es un tema que les preocupa a diversos empresarios que tienen la esperanza de reactivarse en algún momento. Se trata de sanciones con multas de hasta 60.000 € por parte de Hacienda y que muchos quieren saber cómo evitar.

Hacienda tiene censadas más de 150 mil empresas que están inactivas y que por ello pueden llegar a ser sancionadas. Muchas veces esto se debe a que el proceso de disolución de las mismas tiene un coste más elevado (1000 €) que el de constituirse, a pesar de que los trámites son muy parecidos. Por lo que son negocios que quedan en una especie de letargo, a la espera de ser liquidado o retomada su actividad comercial.

¿Por qué se mantiene una sociedad inactiva en vez de liquidar? 

La principal razón por la que se mantiene una sociedad inactiva en vez de liquidar es porque es muy fácil hacerlo, además de que tiene diversas ventajas para quienes planifican volver de nuevo a la actividad comercial. Para lograrlo solo hay que presentar ante la administración tributaria la declaración censal de modificación o modelo 035 y 037.

Es un procedimiento muy simple y que no tiene coste adicional, en comparación con la liquidación o disolución de la sociedad. Esta gran diferencia entre ambos es el motivo por el cual la mayoría opta por dejarla inactiva. A esto se le suma un factor psicológico del empresario, que no quiere considerar que su proyecto ha sido un fracaso y por ello no cierra de forma definitiva, con la idea de retomarlo en algún momento.

¿Cómo declarar una sociedad inactiva? 

Para declarar la sociedad inactiva lo primero que hay que hacer es aprobarlo en una junta general. Después de ello es el momento de comunicarlo a Hacienda, mediante la presentación de una modificación en la declaración censal del modelo 036.

En este modelo es importante marcar la casilla 140, en la que queda plasmado que se deja de ejercer todas las actividades empresariales y profesionales. Igualmente se debe rellenar la 141, indicando la fecha efectiva del cese. A continuación se tiene un plazo de un mes a partir de la fecha de inicio de la inactividad, para entregar lo correspondiente a esto.

Obligaciones de una sociedad inactiva 

Puede que dejar inactiva una sociedad sea más fácil que liquidarlo, pero no por ello se dejarán de cumplir algunas obligaciones y responsabilidades. Los empresarios no pueden olvidarse de la misma y esto es un error que muchos comenten. Algunas de estas son:

  • Las obligaciones fiscales: se debe presentar el impuesto sobre sociedades, así como a retener a los profesionales que les presta servicios.
  • Seguridad social: Los socios que formen parte de los trabajadores y los administradores de las empresas tienen la posibilidad de darse de baja en el régimen especial de trabajadores autónomos de la seguridad social, mientras no realicen ninguna otra actividad que las incluya en este régimen.
  • Obligaciones mercantiles: Se debe llevar la contabilidad, legalizar los libros, formular las cuentas anuales, para su aprobación en junta general y depositar las cuentas en el registro mercantil. Esta última es fundamental y su incumplimiento puede generar multas entre 1200 € y 600.000 €.

¿Merece la pena mantener una sociedad inactiva?

Debido a que mantener una empresa inactiva lleva una serie de costes asociados y obligaciones administrativas, lo más recomendable es no permanecer en esta situación por mucho tiempo. Además, si esto se prolonga durante más de un año es considerado una causa legal de discusión. Por ello lo mejor es pensar fríamente si merece la pena activarla posteriormente mediante el modelo 036 o proceder a su disolución y liquidación.

Lo mejor es evitar consecuencias en forma de sanciones al no cumplir con la presentación de los modelos u obligaciones correspondientes. Siempre recordando que este tipo de inactividad está pensada solo para un año, y en el caso de que se prolongue se debe tomar decisiones pertinentes para evitar cualquier tipo de problema en consecuencia.

¿Cómo disolver y liquidar una sociedad? 

Hay una serie de pasos u obligaciones a seguir cuando se ha tomado la decisión de disolver una sociedad, estos son:

  1. Convocatoria de la junta general por parte del administrador
  2. Redactar el acta y el certificado del acuerdo de disolución, liquidación y extinción de la sociedad
  3. Otorgamiento de escritura pública
  4. Inscripción en el registro mercantil
  5. Comunicación a la agencia tributaria

Hay sociedades que se han creado y se han cerrado al poco tiempo porque el negocio no se ha terminado de poner en marcha. Por otro lado, hay algunas que han tenido pérdidas sin dejar deudas a terceros y perdiendo todo lo invertido. Por lo que siempre es importante analizar las diferentes situaciones y tomar las mejores decisiones para evitar cualquier tipo de problema con Hacienda.

En Raúl y asociados queremos que se puedan evitar este tipo de persecuciones, por ello nos ponemos a su disposición para cumplir con el proceso de disolución y liquidación de las sociedades inactivas. Nuestros profesionales se encargaran de ayudar a cumplir con todas las obligaciones, dependiendo del caso. Todo esto mediante la guía pertinente de cada uno de los procesos fiscales y mercantiles, según corresponda.